Se denomina oído absoluto a la rara capacidad de algunas personas de identificar una nota por su nombre, con o sin la ayuda de una nota referencial, y reproducir exactamente esa nota sin ninguna referencia.

Sin embargo, el extraordinario oído de Oscar Thomas va más allá, pues es capaz de escuchar también a los muertos.

Lejos de asustarse, Oscar intentará sacar provecho de su don, pero no le será fácil. El divorcio le persigue, aunque sigue enamorado de su futura exmujer, los fantasmas le atormentan, su hija empieza a odiarle, el trabajo pende de un hilo y se le ha roto el aire acondicionado. Con la ayuda de su nuevo amigo Marc Schulz intentará salir a flote, pero un asesino de otro mundo se interpone en su camino...