La Tierra de los Últimos, es una novela costumbrista ambientada en la Andalucía rural de mediados del siglo XX, con pinceladas de aguafuerte, a veces ruda, otras suave, pero siempre con un delicado encanto, una poesía que llega al alma.

Toño es su personaje principal, es como un muñeco de trapo de dos metros de altura oligofrénico y mudo, que se ve envuelto en todas las vicisitudes y peripecias que interfieren o transforman su universo. Durante los duros años de posguerra vive en un cortijo aislado de la campiña malagueña y la novela muestra sus experiencias y relaciones con su entorno, pero también sus pensamientos y andanzas cotidianas.

La esperanza en un futuro incierto, aferrados a su presente y sus costumbres. Los cambios modernos a los que no se pueden mostrar ajenos. Las relaciones personales y sentimentales en una época que empieza a ser clave para su porvenir. Salpican constantemente la trama con Toño aquiescente como hilo conductor o simple espectador.