A continuación se presentan los resultados de un reconocimiento hecho por nosotros en unas cuevas localizadas en el norte del departamento de Alta Verapaz, Guatemala, durante los meses de febrero y marzo de 1975. Este proyecto se llevó a cabo gracias a la ayuda del Centre National de la Recherche Scientifique y de la Mission Archéologique et Ethnologique Française au Mexique, en aquel entonces dirigida por el señor Guy Stresser-Péan, y en especial gracias al apoyo brindado por el señor Pierre Becquelin. Esta publicación pudo realizarse gracias al estímulo y a los consejos de Pierre Becquelin, Domi- nique Michelet, Eric Taladoire, Marie-France Fauvet-Berthelot, Marie-Areti Hers y muy especialmente de Marie-Charlotte Arnauld, por lo que deseo expresarles mi más profundo agradecimiento. En Guatemala, nuestras investigaciones no hubieran sido posibles sin la autorización del señor Luis Luján, entonces director del Instituto de Antropología e Historia de Guatemala, así como de la señora Dora de González, directora del Museo Nacional de Arqueología y Etnología de Guatemala, quien me dio permiso para consultar algunas colecciones del museo. Deseo igualmente expresar mi gratitud a don Esteban García por su hospitalidad y en particular por haber compartido con nosotros sus conocimientos de la selva tras haber vivido ahí 40 años como chiclero. Desde la época en que se realizaron nuestras investigaciones, la situación en Guatemala ha cambiado dramáticamentedramáticamente; la inestabilidad política que reinaba desde hacía tiempo empeoró en estos últimos años, acentuándose la represión generalizada, en gran parte contra la población indígena ; situación que alcanzó el paroxismo en 1983, cuando se arrasaron pueblos enteros, exterminándose a sus habitantes. Quienes escaparon a la matanza fueron transferidos y concentrados en « aldeas modelo », que son campos organizados controlados por el ejército y las « patrullas civiles », para las cuales se recluta por la fuerza a hombres y a adolescentes.